lunes, 30 de junio de 2008

Rocco



A veces ocurre. Casi sin que te des cuenta, alguien se cuela en tu vida y construye un castillo en tu corazón. Una fortaleza en este caso. Y sucede así, como que no quiere la cosa. Y es ahora, cuando toca despedirse, cuando miras hacia atrás intentando encontrar el momento en que se convirtieron en alguien importante... el instante en que cruzaron la delgada línea roja y se asentaron para siempre en tu corazón.

Son así, animales de la noche, verdugos de la lujuria y las malas compañías. Incondicionales del señor Beefeter y ciudadanos de excepción de un pequeño refugio en el mundo llamado 180. Capaces de arrancarte una sonrisa incluso en las peores circunstancias, expertos en bajarse los pantalones con cualquier pretexto estúpido y ahogar las penas en todo lo que no sea agua.

Pero son, sobre todo y a pesar de todo, los que al final siempre están ahí, los que se quedan, los que permanecen, mis amigos.

2 comentarios:

alex dijo...

hola preciosa....Que wapos ellos...

en fin...no se si nos veremos antes del martes por que parece que nunca tenemos tiempo. si tienes un hueco y te apetece me avisas.
un beso wapa!!!

una loca en quito dijo...

holaaa!!

que tal van los nervios? yo aun no m lo creo..pero no hago mas que soñar con que estoy alli.
maja la verdad esk estaba bastante trankila con quito, pero itziar nos dijo k era peligroso, pero bueno tema de robos y movidas de esas. asik estoy totalmente convencida en que no voy a morir(por lo menos en ecuador) jej

bueno nos vemos el martes.

muxuak